EUROPA
PRESS
25 julio
2019
El
peso extra a los 60 años puede acelerar el envejecimiento cerebral en al menos
una década
Tener una cintura más ancha y un alto
índice de masa corporal (IMC) a los 60 años puede vincularse con mayores signos
de envejecimiento cerebral años más tarde, según un estudio publicado en la
edición en línea de este miércoles en 'Neurology', la
revista de la Academia Americana de Neurología. El estudio sugiere que estos
factores pueden acelerar el envejecimiento cerebral en al menos una década.
"Las personas con cinturas más grandes y un IMC más
alto tenían más probabilidades de adelgazar en el área de la corteza cerebral,
lo que implica que la obesidad está asociada con una reducción de la materia
gris del cerebro", explica la autora del estudio, la doctora Tatjana Rundek, de la Universidad
de Miami Miller School of
Medicine y miembro de la Academia Americana de Neurología.
"Estas asociaciones fueron especialmente fuertes en
aquellos que tenían menos de 65 años, lo que agrega peso a la teoría de que
tener malos indicadores de salud en la mediana edad puede aumentar el riesgo de
envejecimiento cerebral y problemas con la memoria y las habilidades de
pensamiento en la vida posterior", añade.
El estudio se realizó sobre 1.289 personas con una edad
promedio de 64 años. El IMC y la circunferencia de la cintura de los
participantes se midieron al inicio del estudio. Un promedio de seis años más
tarde, los participantes se sometieron a exploraciones cerebrales por
resonancia magnética para medir el grosor del área de la corteza cerebral, el
volumen cerebral general y otros factores.
Un total de 346 de los participantes tenían un IMC de menos
de 25, que se considera un peso normal; 571 personas tenían un IMC de 25 a 30,
que se considera sobrepeso; y 372 personas tenían un IMC de 30 o más, lo que se
considera obeso.
Para la circunferencia de la cintura, que puede ser
diferente para hombres y mujeres, el grupo de peso normal, que era 54 por
ciento de mujeres, tenía un promedio de 33 pulgadas. El grupo con sobrepeso,
que era 56 por ciento de mujeres, tenía un promedio de 91 centímetros, y el
grupo obeso, que era 73 por ciento de mujeres, tenía un promedio de 104
centímetros.
Tener un IMC más alto se asoció con tener una corteza más
delgada, incluso después de que los investigadores ajustaran otros factores que
podrían afectar la corteza, como la presión arterial alta, el consumo de
alcohol y fumar. En personas con sobrepeso, cada aumento de la unidad en el IMC
se asoció con una corteza más delgada de 0.098 milímetros (mm)
y en personas obesas con una corteza más delgada de 0.207 mm. Tener una corteza
más delgada se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedad de Alzheimer.
Una cintura más grande también se asoció con una corteza más
delgada después de ajustar otros factores. "En adultos de edad normal, la
tasa de adelgazamiento general del manto cortical está entre 0.01 y 0.10 mm por década, y nuestros resultados indicarían que tener
sobrepeso u obesidad puede acelerar el envejecimiento en el cerebro por al
menos una década", añade Rundek.
"Estos resultados son emocionantes porque aumentan la
posibilidad de que al perder peso, las personas pueden evitar el envejecimiento
de sus cerebros y, potencialmente, la memoria y los problemas de pensamiento
que pueden surgir con el envejecimiento cerebral, añade. Sin embargo, con el
número creciente de personas con sobrepeso u obesidad en todo el mundo y la
dificultad que muchos experimentan para perder peso, obviamente esto es una
preocupación para la salud pública en el futuro a medida que estas personas
envejecen".